Obama, que se opuso a la guerra desde un comienzo e hizo del cronograma una pieza central de su campaña, dijo que no apoyaría la presencia de las fuerzas estadounidenses a largo plazo en Irak, pero agregó que quería asegurarse de que cualquier retiro de las fuerzas de su país sea ordenado y seguro.

"Siempre dije que escucharía a los comandantes en terreno. He dicho que el ritmo del retiro sería dictado por la seguridad de nuestras tropas y la necesidad de mantener la estabilidad", dijo el senador por Illinois a los periodistas en Dakota del Norte.

"Esa evaluación no ha cambiado, y cuando tenga la oportunidad de reunirme con algunos de ellos estoy seguro de que tendré más información y continuaré perfeccionando mis políticas" declaró Obama.

Después de las fuertes críticas de su rival republicano, John McCain, Obama dijo que visitaría Irak y Afganistán durante este verano. Será la segunda visita del demócrata a Irak.

McCain, senador por Arizona, es un defensor acérrimo de la actual estrategia estadounidense en Irak y el tema tendrá un importante papel en su batalla de cara a las elecciones de noviembre para sustituir a Bush en la presidencia de Estados Unidos.

Obama dijo que su plan de retirar una o dos brigadas de combate al mes de Irak, dependerá de las condiciones en el terreno. "Voy a continuar reuniendo información para ver si esas condiciones son factibles", declaró Obama. "Mi enfoque de avance sigue siendo que tenemos que asegurarnos que nuestras tropas estén seguras y que Irak sea estable," agregó.

Obama negó que esté modificando su postura, pero los republicanos criticaron sus comentarios y aseguraron que parecía que no había un tema que el demócrata no estuviese dispuesto a revertir debido a su conveniencia política, según dijo Alex Conant, un portavoz del Comité Nacional Republicano.