El jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, que asumió ayer la Presidencia semestral de la Unión Europea (UE), aseguró que no duda "ni por un momento" de que su colega polaco, Lech Kaczynski, "cumplirá su compromiso" y ratificará el Tratado europeo de Lisboa.

"No imagino que el presidente que firmó el documento en Bruselas y en Lisboa pueda poner en entredicho su propia firma", dijo Sarkozy, a preguntas sobre el anuncio de Kaczynski de que no ratificará por el momento el tratado, a raíz del "no" irlandés al mismo.

En declaraciones a un diario polaco, Kaczynski dijo que el Tratado de Lisboa ya "no tiene sentido" después del "no" irlandés y precisó que es "inútil" que firme su ratificación, aprobada ya por el Parlamento de Polonia. "Es una cuestión de moral y de honestidad", señaló Sarkozy, quien indicó que hablará con Kaczynski.

Recalcó que conoce bien al presidente polaco, un hombre "honesto, comprometido políticamente, que nunca ha traicionado su palabra, y que ha asumido un compromiso ante sus 26 socios", antes de sentenciar: "No dudo ni por un momento de que lo cumplirá".

Sarkozy se expresó ante la prensa junto al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, tras un encuentro en el Palacio del Elíseo, que ambos calificaron de fructífero y positivo.

Los dos coincidieron en que Francia tiene por delante un semestre difícil, en alusión al "no" irlandés al Tratado de Lisboa, los problemas surgidos con Polonia y la incertidumbre que planea sobre la ratificación del texto en la República Checa.

"Nos hubiera gustado un horizonte más despejado a nivel institucional, pero es la realidad con la que debemos trabajar", declaró a continuación el presidente del Ejecutivo comunitario.

Tras señalar que Europa necesita "el coraje político y el lenguaje de la verdad", Barroso indicó, en una velada crítica a Kaczynski, entre otros, que "el coraje político para los responsables europeos es asumir las opciones que han elegido".

"Veintisiete Estados miembros han firmado el Tratado de Lisboa. Por tanto, es a 27 como debemos concluir lo que hemos emprendido. No podemos permitirnos de nuevo el lujo de decepcionar a los ciudadanos europeos", sentenció el jefe del Ejecutivo comunitario.

Francia estrenó ayer su presidencia semestral de la Unión Europea (UE) con las tradicionales reuniones de sus líderes con miembros de la Comisión Europea (CE) para repasar las prioridades del semestre, pero con lanueva complicación de Polonia para el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa.

Los miembros de Ejecutivo comunitario almorzaron con el primer ministro francés, François Fillon, y su gabinete, y celebraron reuniones de trabajo para repasar las prioridades y calendario del semestre.

Francia se ha fijado cuatro prioridades para estos seis meses: un pacto europeo sobre la inmigración; un acuerdo sobre la aplicación del paquete energía-clima, que entre otros puntos prevé para 2020 la reducción en un 20 por ciento de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero; la revisión de la política agrícola común, y el relanzamiento de la Europa de la Defensa.

En una larga entrevista televisada la noche del lunes, Sarkozy defendió sus propuestas en esos ámbitos, salvo en la defensa europea que silenció, quizás para no complicar más la búsqueda de una solución al "no" irlandés al tratado, dada la neutralidad de ese país.

El presidente galo, que viajará el próximo día 11 a Irlanda, dijo que no hay que precipitarse pero tampoco hay mucho tiempo para encontrar una salida, ya que, dijo, la fecha límite es junio de 2009 debido a las elecciones europeas.

Amenaza

Las declaraciones del presidente polaco, que se suman a las reticencias de su colega checo, pueden amenazar el objetivo declarado de que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa continúe en los países que aún no han ratificado el texto, a la espera de que se halle una salida al embrollo irlandés.

En este sentido, si Varsovia, tradicional adalid de la ampliación al Este, desea que continúe el proceso de adhesión de países de los Balcanes occidentales y vecinos como Ucrania, se precisa el Tratado de Lisboa, que reformó las instituciones comunes y mejoró los procedimientos internos de decisión.

Más allá de los problemas institucionales, el "leitmotiv" de Sarkozy es que la UE debe modificar su manera de funcionar para actuar de forma "concreta" y "proteger" a los ciudadanos en lugar de "inquietarles".

Los actos del estreno de la presidencia francesa de la UE incluyeron una ceremonia por la tarde en el Arco de Triunfo de París, a la que asistirán Sarkozy, su Gobierno, los miembros de la CE y el líder del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, y culminaron con una cena de trabajo de todos ellos en el Elíseo.