Los presidentes que participaron en la XXXV Cumbre del Mercosur en Tucumán aprobaron ayer una declaración conjunta en la que expresan su "rechazo" a la llamada "Directiva de Retorno" de la Unión Europea.

La condena al endurecimiento de la política migratoria comunitaria aparece recogida en una declaración conjunta de los miembros del Mercosur y los estados asociados independiente del texto final de la Cumbre.

El término "rechazo" fue incluido en la declaración a propuesta del presidente de Bolivia, Evo Morales, en sustitución de la versión inicial, que expresaba la "profunda preocupación" de todos los presidentes por la directiva europea.

En el texto, los miembros del Mercosur y asociados "lamentan que las naciones tradicionalmente generadoras de corrientes migratorias que -en la actualidad- son receptoras de migrantes, no reconozcan, en base al principio de reciprocidad histórica, la responsabilidad compartida entre los países de origen, tránsito y destino de los flujos migratorios".

El documento "reivindica" el aporte positivo de los latinoamericanos en los países de destino de la Unión Europea, tanto en el plano social, cultural como en el económico.

Asimismo, los presidentes "rechazan cualquier intento de criminalización de la migración irregular y la adopción de políticas migratorias restrictivas, en particular hacia los sectores más vulnerables -las mujeres y los niños-. Subrayan la necesidad de luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia".

"Enfatizan la importancia que reviste que los países desarrollados adopten políticas para evitar las asimetrías internacionales, los multimillonarios subsidios que distorsionan la competitividad; la falta de apertura de sus mercados a los productos de los países emergentes y en desarrollo profundicen las causas de las migraciones, esto es la pobreza estructural, la exclusión social y la desigualdad de oportunidades".

Además, exhortan a la Unión Europea a impulsar políticas de promoción de derechos humanos y proponen fortalecer el diálogo y la cooperación internacional para reducir las causas fundamentales de las migraciones, promover el desarrollo en los países de origen de los migrantes, facilitar su integración y garantizar condiciones para el retorno voluntario.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, se preguntó ayer "dónde está el alma europea" al criticar la nueva política migratoria de la Unión Europea (UE), para la que pidió un rechazo "unánime" a los países del Mercosur.

En su intervención en el plenario de la Cumbre del Mercosur, Morales expresó también su respaldo a la iniciativa brasileña "de crear un consejo de defensa en Sudamérica".