Francia estrena hoy su presidencia semestral de la UE con las tradicionales reuniones de sus líderes con miembros de la Comisión Europea para repasar las prioridades del semestre, pero con una nueva complicación para el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa.

En una entrevista con un diario polaco difundida anoche, Kaczynski afirmó que el tratado ya "no tiene sentido" después del "no" irlandés y, preguntado sobre si firmará el texto, aprobado por el Parlamento polaco, indicó que "es inútil ahora".

Por el momento, las autoridades francesas no han reaccionado oficialmente a las declaraciones de Kaczynski.

Se espera que Sarkozy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se expresen al respecto ante la prensa tras una entrevista en el Elíseo prevista para las 15.30 GMT.

Antes, los miembros de Ejecutivo comunitario almorzarán con el primer ministro francés, François Fillon, y su gabinete, y celebrarán reuniones de trabajo para repasar las prioridades y calendario del semestre.

Francia se ha fijado cuatro prioridades para estos seis meses: un pacto europeo sobre la inmigración; un acuerdo sobre la aplicación del paquete energía-clima, que entre otros puntos prevé para 2020 la reducción en un 20 por ciento de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero; la revisión de la política agrícola común, y el relanzamiento de la Europa de la Defensa.

En una larga entrevista televisada anoche, Sarkozy defendió sus propuestas en esos ámbitos, salvo en la defensa europea que silenció, quizás para no complicar más la búsqueda de una solución al "no" irlandés al tratado, dada la neutralidad de ese país.

El presidente galo, que viajará el próximo día 11 a Irlanda, dijo que no hay que precipitarse pero tampoco hay mucho tiempo para encontrar una salida, ya que, dijo, la fecha límite es junio de 2009 debido a las elecciones europeas.

Las declaraciones del presidente polaco, que se suman a las reticencias de su colega checo, pueden amenazar el objetivo declarado de que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa continúe en los países que aún no han ratificado el texto, a la espera de que se halle una salida al embrollo irlandés.

Más allá de los problemas institucionales, el "leitmotiv" de Sarkozy es que la UE debe modificar su manera de funcionar para actuar de forma "concreta" y "proteger" a los ciudadanos en lugar de "inquietarles".

Los actos del estreno de la presidencia francesa de la UE incluyen una ceremonia esta tarde en el Arco de Triunfo de París, a la que asistirán Sarkozy, su Gobierno, los miembros de la CE y el líder del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, y culminarán con una cena de trabajo de todos ellos en el Elíseo.