El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dio ayer garantías a Israel de que no tendrá que afrontar solo la amenaza de "un Irán nuclear", pero le instó a que llegue a la paz con los palestinos porque de ello depende su propia seguridad. "Francia se interpondrá en el camino de aquellos que exhortan a la destrucción de Israel", aseguró Sarkozy en un discurso en el Parlamento israelí (Kneset). Sarkozy, que a primera hora de la mañana había visitado el Museo del Holocausto, donde reavivó la "Llama Eterna", insistió en que no se producirá otro genocidio del pueblo judío, y que "Francia estará al lado de Israel".

Según el presidente galo, "el programa nuclear iraní requiere una respuesta decisiva por parte de toda la comunidad internacional", y su país tiene la determinación de "intensificar" las sanciones contra Teherán "si no cumple los compromisos internacionales". Israel recibió el domingo a Sarkozy y a su esposa, Carla Bruni, con alfombra roja al considerar que desde que asumió la presidencia francesa las relaciones bilaterales han dado un giro de 180 grados, dejando atrás décadas de desencuentro.