Miguel F. Rovira / manila

Al menos 233 personas han muerto o desaparecido tras el paso del tifón "Fengshen" por Filipinas, donde se buscaba anoche sin éxito a 737 náufragos del transbordador que zozobró a causa del fuerte temporal, indicaron fuentes oficiales. El número de muertos facilitado por la Cruz Roja y el Consejo Nacional para la Coordinación de Desastres incluye los cadáveres de seis pasajeros que fueron empujados por las olas hasta la costa desde el lugar en que se produjo el naufragio del ferry, en el que viajaban 747 personas, entre ellas unos 40 niños.

El portavoz del servicio de Guarda Costas de Cebu, comodoro Antonio Cuasito, señaló que la búsqueda de los desaparecidos fue suspendida de noche, y que las patrulleras reanudarán las tareas de búsqueda el lunes si el tiempo lo permite. Los buzos intentarán de nuevo penetrar en el buque.

Después de un intento frustrado, una patrullera de la Guardia Costera alcanzó el domingo el buque MV Princess of Stars, a bordo del cual no encontró supervivientes cuando se hundía a unos tres kilómetros al suroeste de la isla de Sibuyan, en la región central. "No han encontrado a nadie a bordo", declaró a la prensa el portavoz de la Guardia Costera, teniente Arman Balilo.

El portavoz precisó que los desaparecidos del transbordador en el que viajaban 747 personas, pudieron haber sido arrastrados por la marea hacia otras islas que forman parte de la provincia de Romblón.

Seis de los ocupantes del barco, propiedad de la naviera filipina Sulpicio Lines, fueron encontrados muertos en la costa hasta la que el oleaje arrastró chalecos salvavidas, sandalias y otros objetos procedentes del navío.

Al menos cuatro náufragos, todos ellos filipinos, lograron llegar aparentemente a nado, hasta la aldea costera de Mabini, en Sibuyan, a unos 300 kilómetros al sur de Manila, la capital.

"Muchos nos echamos al mar, las olas eran muy grandes y llovía fuerte", relató uno de los supervivientes a la radio de Romblón. Otro de los cuatro hombres que alcanzaron la costa con vida, e identificado como Reynaldo Lanurias, explicó que una media hora antes de que el buque escorase, la megafonía dio la alarma y algunos pasajeros comenzaron a arrojarse al agua.

La Guardia Costera perdió contacto por radio con el transbordador hacia la medianoche del pasado sábado, después de que por la mañana del día anterior zarpara del puerto de Manila con destino a la isla de Cebú, a unos 600 kilómetros al sur.

"Me han informado de que el buque tiene un gran boquete en la parte central del casco", señaló la alcaldesa de la localidad de San Fernando, Nanette Tansingco. El buque recibió autorización para zarpar poco antes de que el tifón cambiara de dirección, y que por ello se instó por radio al capitán a que buscara refugio en algún puerto próximo.