Otras cinco personas resultaron heridas en este incidente, que comenzó después de que varios supuestos militantes musulmanes, armados con fusiles automáticos, dispararon contra un tren que viajaba desde Sungai Kolok hacia la frontera malaya en la provincia sureña de Yala, según la Policía. Tres pasajeros y un empleado de la empresa ferroviaria perdieron la vida.

Más de 3.000 personas han muerto desde 2004 en las provincias del extremo sur tailandés, que en tiempos albergó un reino musulmán independiente hasta que fue anexionado por la budista Bangkok hace un siglo.

Ningún grupo se ha adjudicado la responsabilidad por los casi cotidianos bombardeos, tiroteos y ataques que sufre la zona, que han destrozado la economía y desplazado a buena parte del 20 por ciento de la minoría budista que vive en la región.