Europa Press/Efe / Bruselas

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE pidieron ayer a la Comisión Europea, en cooperación junto con la presidencia francesa, que estudie la posibilidad de aplicar medidas fiscales para suavizar la subida de los precios del petróleo, según se recoge en las conclusiones de la cumbre que finalizó ayer. Los Veintisiete se plegaron así a las exigencias del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que había reclamado que se limite el IVA sobre los carburantes para contrarrestar el alza de precios.

"El Consejo Europeo invita a la futura presidencia francesa junto con la Comisión a que estudie la viabilidad de medidas para suavizar las repercusiones de los rápidos aumentos de los precios del petróleo y a que le informe antes del Consejo Europeo de octubre", señalan las conclusiones aprobadas por los Veintisiete.

El presidente francés explicó que estas medidas incluyen tanto la propuesta de limitar el IVA como la iniciativa promovida por Italia de crear una "tasa Robin Hood" que grave los beneficios extraordinarios de las petroleras. "Francia propone limitar la tasa de IVA a partir de un cierto precio del barril del petróleo. Por ejemplo, a partir de un barril a 150 dólares, el IVA seguiría calculándose sobre un precio de 130. No digo que sea la única solución, no digo que sea la mejor, solo digo que me parece adaptada puesto que el IVA es un impuesto proporcional al precio", dijo Sarkozy.

Oposición de Alemania

"La Comisión ha reconocido que esta idea merecía ser estudiada, y lo hará en el curso de las próximas semanas, y examinaremos en el curso del segundo semestre el fruto de estas reflexiones y sus eventuales propuestas", agregó. Reconoció que Alemania sigue oponiéndose de plano a esta iniciativa y que no está claro que vaya a salir adelante, pero defendió que la UE tiene la obligación de proteger a los ciudadanos con medidas como esta.

Hasta ahora, tanto la Comisión como los ministros de Economía de los 27 se habían opuesto a tomar medidas fiscales en respuesta a la escalada de precios. Argumentaban que cualquier iniciativa de este tipo retrasará el ajuste necesario para adaptarse a la nueva era de precios altos y para reducir el consumo y sólo beneficiará a los países productores.

Pero finalmente se han impuesto las tesis de Sarkozy, al menos de momento. Cualquier propuesta en materia de fiscalidad debe aprobarse por unanimidad de los Estados miembros, lo cual hace difícil que puedan prosperar estas medidas. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, dijo que acepta trabajar con la presidencia francesa pero dejó claro que el Ejecutivo comunitario presentará sus propuestas finales con "plena independencia".

"Había diferencias entre los Estados miembros. Algunos estaban claramente a favor de una reducción del IVA y otros se opo-nían enérgicamente. Precisamente por esto, la Comisión quería que la presidencia estuviera asociada a este ejercicio, porque no era nuestra propuesta inicial", detalló Barroso.

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, precisó que, si bien él mismo piensa que la propuesta de Sarkozy "en si misma" no va a producir los efectos deseados, matizó que "no se debe tener una posición cerrada ni dogmática ni en una dirección ni en otra, sino atender a las circunstancias" y alcanzar medidas comunes, para lo que confió en los trabajos de la Comisión Europea.

En cualquier caso, las conclusiones de la cumbre insisten en que "deben evitarse las intervenciones políticas distorsionadoras, sean fiscales o de otro tipo, en la medida en que impiden un ajuste necesario por parte de los agentes económicos".