El ministerio señaló que 55 personas murieron y 7 permanecían desaparecidas anoche, mientras que un total de 1,27 millones de residentes han tenido que ser evacuados, según datos difundidos por la agencia de noticias Xinhua.

Además hay que añadir dos muertos en la provincia de Cantón, en el sur, la más devastada por las lluvias e inundaciones, con un total de 20 muertos, 8 desaparecidos y 5,76 millones de afectados.

Diecisiete ciudades de esta provincia, que concentra la producción manufacturera china, se han visto dañadas por las lluvias.

El desastre ha afectado hasta ahora a 860.500 hectáreas de cultivos, ha arrasado 45.000 viviendas y dañado a otras 141.000, con pérdidas económicas directas de 1.530 millones de dólares (994 millones de euros).

Las lluvias e inundaciones están devastando desde el 6 de junio las provincias de Zhejiang, Anhui (este), Jiangxi, Hubei, Hunan (centro), Cantón, Guangxi Zhuang (sureste), Guizhou y Yunnan (suroeste).

La provincia de Cantón se encuentra en alerta roja debido al enorme caudal de agua de los ríos Xijiang y Beijiang, que convergerán hoy en la ciudad de Foshan, por lo que las autoridades locales están controlando el nivel de las aguas.

En Guangxi Zhuang las potentes lluvias han ocasionado deslizamientos de tierra y rocas que afectan a 6,8 millones de personas y han obligado a la evacuación de 838.000, según el departamento local de asuntos civiles.

La provincia de Sichuan, devastada por el terremoto del 12 de mayo, que causó 90.000 muertos y desaparecidos, también se está viendo afectada por las lluvias, cuya incidencia amenaza con desbordar los lagos formados por diques de rocas y barro desprendidos por la sacudida.