En este sentido, el jefe de la Diplomacia de Irlanda, Michael Martin, admitió que "es demasiado pronto" por el momento para hallar salidas hasta que se analicen "las cuestiones detrás del voto".

Con el fracaso de la Constitución aún reciente, la UE se resiste a ver en el Tratado de Lisboa un nuevo muro a las intenciones de los Veintisiete de reforzar la cooperación en distintos aspectos. En este sentido, tanto las reacciones inmediatas llegadas a partir del viernes como las expuestas hoy, durante el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores en Luxemburgo, apuestan por seguir adelante y aplazar decidir como salvar que el 53% de los votantes irlandeses que el jueves acudieron a las urnas vetasen el Tratado.

El representante esloveno reconoció que "sería arriesgado" decir que se le va a "devolver la vida" al documento, admitiendo no tener "ninguna solución" para el 'no' de Irlanda, único país en recurrir al plebiscito para ratificar el texto. "Nos enfrentamos a un bloqueo", lamentó, "ahora es tiempo para pensar un poco, analizar y escuchar", a la espera de que los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan el jueves y el viernes en Bruselas.

A su llegada al Consejo, Rupel optó por "escuchar" al ministro irlandés, que de momento tampoco tiene la panacea. Michéal Martin recalcó que la decisión del electorado "debe ser respetada", si bien mostró su "decepción" por el resultado. En este sentido, entiende que es demasiado pronto "para empezar a buscar soluciones" hasta que se "analicen las cuestiones subyacentes detrás del voto" del jueves. "Estamos en una situación incierta, pero Europa ha estado en esta situación antes y conjuntamente Europa, trabajando con los Estados miembros, será capaz de gestionar una manera de avanzar adelante", agregó.

Preguntado por si habrá un segundo referéndum para salvar el Tratado de Lisboa, Martin insistió en que "es demasiado pronto" para determinar cualquier posible salida, pero se sumó a las opiniones generales pidiendo a los ocho países que aún no han ratificado el Tratado, entre ellos España, que sigan adelante. Una opinión también compartida por el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, que dijo no saber "cómo se resolverá en términos prácticos, pero se resolverá, no hay duda".

ESPAÑA APROBARÁ EN OCTUBRE

El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, indicó que se necesita la ratificación de los Veintisiete, por lo que ahora queda determinar plazos y tiempos para gestionar este "incidente", que "ha puesto a la UE ante un nuevo desafío". En el caso de España, Moratinos confirmó que él mismo presentará el proyecto de ley orgánica la próxima semana y a principios de octubre quedará concluida la ratificación.

Por su parte, el enviado italiano, Franco Frattini, subrayó que "es absolutamente prematuro una decisión improvisada", achacando el 'no' de Irlanda a que "probablemente no hubo suficientemente comunicación de la importancia de Europa". En su opinión, el resultado del referéndum ejemplifica "la dificultad de reaccionar rápidamente en Europa". Asimismo, el ministro finlandés, Alexander Stubb, puntualizó que "se va de una crisis a otra y finalmente se encuentra una solución", mientras que su homólogo sueco, Carl Bildt, admitió que "llevará algún tiempo que Dublín digiera el resultado y busque una solución adelante".