Más de 150 bomberos y centenares de colaboradores contribuyeron a sofocar los distintos focos del incendio, que se extendieron por una superficie de 50 kilómetros y obligaron a desalojar a 75 personas, aunque no se han registrado heridos.

El ministro de Justicia de Noruega, Knut Storberget, se puso el viernes en contacto con las autoridades de Dinamarca, Suecia y la Unión Europea con el propósito de solicitar ayuda para sofocar el incendio.

Las mismas fuentes indicaron que, frente a la sequedad de días pasados, la lluvia caída en las últimas horas ha contribuido a controlar las llamas que han afectado, al menos, a 2.000 hectáreas de bosque.

Durante las labores de extinción se vivieron situaciones dramáticas, como en el caso de 27 bomberos que quedaron atrapados momentáneamente el jueves entre las llamas a causa de un golpe de viento.