Además cinco personas están desaparecidas, según la cadena de televisión NHK.

Se trata del terremoto más fuerte que sacude Japón desde el ocurrido en agosto de 2005, que también tuvo una magnitud de 7,2 en la escala abierta de Richter y de 6 en la escala japonesa.

El terremoto, cuyo epicentro se situó a 8 kilómetros de profundidad, ocurrió a las 8.43 hora local (23.43 GMT del viernes), y se sintió con intensidad en áreas de las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, en la isla japonesa de Honshu, aunque no motivó la emisión de una alerta de tsunami.

La Agencia Nacional de Meteorología confirmó que el número de muertos ha ascendido a tres, aunque por el momento el Gobierno japonés sólo ha confirmado dos víctimas mortales.

El primer ministro, Yasuo Fukuda, ordenó pocos minutos después del seísmo que se formara un grupo de emergencia, según dijo en una rueda de prensa esta mañana el ministro portavoz del Gobierno, Nobutaka Machimura.

Las Fuerzas de Autodefensa de Japón han desplegado una misión de 147 equipos de rescate de Tokio y otros doce procedentes de otras provincias para que comiencen a trabajar en la zona afectada por el seísmo de manera inmediata, según la agencia local de noticias Kyodo.

Los servicios del tren de alta velocidad (Shinkansen) y el resto de líneas ferroviarias de zonas de Tohoku (noreste) y Kanto (este) continúan suspendidos por precaución, según la cadena NHK.

Además cerca de 7.500 hogares permanecen sin electricidad en las zonas más afectadas por el terremoto, de acuerdo con las últimas noticias de NHK.

Las autoridades han advertido que se esperan réplicas de 6 o más grados de magnitud durante las próximas horas y recomendaron a la población que extreme las precauciones ante el peligro de derrumbamientos de tierra.

El terremoto, que alcanzó la intensidad seis en la escala japonesa cerrada de siete grados, fue sentido también en la región de Kanto, donde se encuentra Tokio.

De acuerdo con la agencia Kyodo, el temblor no afectó al funcionamiento de las tres plantas nucleares de la vecina provincia de Fukushima ni tampoco al cercano aeropuerto de Sendai.

Japón está sobre una de las zonas sísmicas más activas del mundo.

El seísmo más grave ocurrido en años recientes fue en Kobe (oeste del país) el 17 de enero de 1995, con una magnitud de 7,3 grados en la escala, abierta de Richter, y dejó más de 6.000 muertos.