El Gobierno nipón decidió hoy extender ambas misiones al considerar necesario seguir ayudando a la reconstrucción de Irak, así como seguir colaborando con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU. en Afganistán y sus alrededores.

Antes de que se aprobara la ampliación, se preveía que la misión en Irak finalizara el 31 de julio y que la desplegada en el océano Índico concluyera el 30 de junio.

Las Fuerzas de Auto Defensa aérea japonesa están realizando labores de transporte de tropas y materiales para las Naciones Unidas y el contingente de Fuerzas Armadas internacional liderado por EE.UU. y desplegado entre Irak y Kuwait, según el ministerio de Defensa nipón.

Desde su llegada a Irak en marzo de 2004, las fuerzas aéreas niponas han transportado 597 toneladas de materiales en 721 misiones de vuelo, según Kyodo.

Las Fuerzas de Auto Defensa japonesas de infantería abandonaron el sur de Irak en verano de 2006, pero las Fuerzas Aéreas siguen realizando operaciones de transporte entre Irak y Kuwait.

El pasado abril un tribunal japonés declaró inconstitucional el despliegue de fuerzas aéreas niponas en Irak, alegando que viola la Constitución pacifista en vigor desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Según el segundo y último punto del artículo 9 de la Constitución nipona, Japón no mantendrá "fuerzas de tierra, mar y aire, ni cualquier otro potencial de guerra".

En cuanto a Afganistán, el Gobierno japonés tiene actualmente desplegada una misión de suministro de combustible a buques de países aliados contra el terrorismo en el océano Índico.

Las Fuerzas de Auto Defensa japonesas suministraron durante seis años 4.000 kilolitros de combustible en el Índico a barcos estadounidenses y aliados que participan en operaciones antiterroristas en Afganistán.

Sin embargo, la misión quedó interrumpida a finales del año pasado por el rechazo de la oposición nipona, que domina el Senado.

Finalmente, el Gobierno retomó la misión gracias a la prevalencia de la Cámara baja, que domina el bloque gubernamental nipón, tras forzar la aprobación de una ley para permitir estas actividades.

Japón envió además la semana pasada un equipo de expertos a Afganistán para que evalúen la posibilidad de desplegar allí un contingente de tropas niponas.