La Comisión Europea cree que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa debería continuar a pesar del anunciado rechazo del referéndum irlandés, afirmó hoy el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.

"El Tratado no está muerto...el Tratado sigue vivo", afirmó Barroso en una conferencia de prensa, en la que admitió que "todas las indicaciones apuntan a que Irlanda ha votado no".

Avanzó que la cumbre de líderes de la UE de los próximos jueves y viernes estudiará como tener en cuenta las preocupaciones manifestadas por el pueblo irlandés, que serán presentadas por el primer ministro irlandés, Brian Cowen.

"El Tratado fue firmado por los 27 Estados miembros, por lo que hay una responsabilidad conjunta para afrontar la situación", añadió el presidente del Ejecutivo comunitario.

Aunque reconoció que no sabe cuál puede ser la solución, Barroso insistió en que los europeos podrán encontrar una salida, si bien no quiso anticipar por ahora una segunda votación en Irlanda tal como ocurrió después del rechazo de ese país al Tratado de Niza en 2001, que luego fue aprobado en otra consulta al año siguiente.

Barroso recalcó que el resultado del referéndum irlandés "no ha resuelto los problemas" como buscaba el Tratado de Lisboa, especialmente en la reforma institucional de la UE.

El Tratado de Lisboa ha sido ratificado hasta ahora por 18 de los 27 Estados miembros de la Unión, y Barroso señaló que el proceso de ratificación debe continuar en los ocho países restantes, porque, a su juicio, "los demás países tienen también derecho a expresar su posición" sobre el Tratado.

Además, Barroso rechazó una responsabilidad personal o de la CE por el resultado negativo, al afirmar que la consulta "no era un referéndum sobre la Comisión Europea".

Barroso habló hoy con Cowen, quien le explicó que el resultado irlandés "no debe ser visto como un voto contra la UE", ya que las dos campañas a favor y en contra del tratado destacaron los beneficios que la pertenencia a la Unión ha tenido para Irlanda.