La petición del presidente venezolano, Hugo Chávez, que insta a las FARC a liberar a los secuestrados de forma incondicional, fue recibida en Bogotá con sorpresa, pero también con optimismo. El Episcopado colombiano y los familiares de los rehenes destacaron el cambio de discurso del dirigente de Venezuela, mientras que el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, mostró su confianza en que esa actitud se traduzca en "hechos concretos" de la guerrilla.

"Si eso se traduce en hechos es una muy buena noticia", destacó Santos, sin comprender las razones exactas que han llevado a Chávez a pedir las liberaciones como gesto de buena voluntad y a criticar la existencia de la guerrilla. En declaraciones a Radio Caracol, el ministro dijo desconocer la senda exacta que tomará ahora el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, si bien espera que todos los países vecinos sin excepción se sumen a la lucha contra el terrorismo.

En este sentido, el ministro de Interior y Justicia, Carlos Holguín Sardi, subrayó que el cambio de discurso de Chávez ha dejado "sin argumentos" a las FARC. "Ojalá que las FARC oigan y entreguen entonces los secuestrados, y vean que se quedaron sin ningún sustento ni soporte para continuar con el terrorismo y para continuar con su actividad criminal", agregó, resaltando la importancia del nuevo lenguaje como forma de evitar la justificación del terrorismo.

Las familias también han dado una buena acogida al cambio de discurso de Chávez, como lo demostró el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara e hijo del ex senador Oscar Tulio Lizcano, secuestrado por las FARC. A su juicio, "hay una nueva realidad política en el mundo frente a grupos como las FARC, los paramilitares y el terrorismo". "Esperemos que las FARC entiendan y escuchen esta petición del presidente Chávez que ha sido, entre comillas, un aliado ideológico", añadió.

La Conferencia Episcopal Colombiana también se sumó al sentir general en boca de su secretario general, monseñor Fabián Marulanda, para quien el llamamiento de Chávez es "sensato y racional". En su opinión, "lo único que uno podría pensar es que todo esto corresponda a un deseo muy sincero y a un cambio de mentalidad no solamente del presidente Chávez, sino de muchas otras personas que de una u otra manera han venido haciendo el juego a la subversión".

Sin condiciones

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió ayer a las FARC que liberen a los secuestrados "a cambio de nada", lo que supone un cambio de postura frente a su propuesta de otorgar el estatus de beligerancia a esa guerrilla para allanar la ruta hacia la paz en Colombia. "Nosotros, y yo en lo personal, no justificamos, nunca lo haría, tener en la montaña a un grupo de gente (...); creo que llegó la hora de que las FARC liberen a todos los retenidos, sería un gran gesto, a cambio de nada; así lo planteo ahora que hay un nuevo jefe del secretariado general" de ese grupo insurgente, dijo Chávez.

A diferencia de enero pasado, cuando pidió a la comunidad internacional sacar a las FARC de sus listas de grupos terroristas y concederle estatus de fuerza beligerante, Chávez esta vez no repitió las descalificaciones contra su colega de Colombia, Álvaro Uribe.