El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, John McCain, va a centrar parte de su campaña electoral en atraerse a votantes que apoyaban a la senadora demócrata Hillary Clinton pero no conectan con la idea de cambio promulgada por el recién elegido aspirante Barack Obama.

Apoyándose en varias encuestas que han revelado que al menos un cuarto de los seguidores de Clinton se plantean votar a McCain en los comicios presidenciales de noviembre, los asesores del republicano han comenzado ya a definir las estrategias con las que ganarse el voto femenino y de la clase trabajadora, dos de los sectores insignia que han apoyado a la ex primera dama durante las primarias demócratas.

Así pues, según "The Washington Post", los asesores de McCain pretenden hacer suyos los argumentos esbozados por Clinton en su campaña contra Obama: la idea de que el senador por Illinois no conecta con el americano medio y es un político inexperto.

Ya lo dijo el propio McCain en un discurso el pasado miércoles, cuando ya se conocía el triunfo de Obama: "Hay muchos seguidores de la senadora Clinton que me apoyarían por su creencia de que el senador Obama no tiene la experiencia o el conocimiento o el juicio para dirigir los retos de seguridad nacional".