Montana y Dakota del Sur pusieron ayer fin a unas elecciones primarias demócratas históricas que se prevé concluyan con un ganador virtual pero no oficial, Barack Obama, y con un interrogante en el aire: ¿cuándo se retirará Hillary Clinton?

La senadora por Nueva York, que inició el largo y disputado proceso de primarias con aura de vencedora, afronta ahora la que se perfila como una inevitable retirada.

La senadora había pedido a sus principales donantes y partidarios que la acompañasen el lunes en Manhattan, lo que ha llevó a algunos a aventurar que el "adiós" de Hillary podría llegar ayer mismo.

Barack Obama, mientras tanto, sigue recaudando apoyos entre la elite del partido. El senador dice estar ahora a sólo 39 delegados de alcanzar la cifra mágica de 2.118 delegados, número que se revisó al alza el sábado tras la decisión del partido de incluir a los delegados de Florida y Michigan, penalizados inicialmente sin representación por adelantar la fecha de sus primarias. Obama partía como favorito para las primarias de ayer en Montana y Dakota del Sur, donde sólo hay 31 delegados en juego, que se repartirán de forma proporcional entre él y Clinton.

La campaña del senador esperaba una avalancha de apoyos entre los "superdelegados", personalidades y funcionarios electos del partido, durante los próximos días, que lo consagrarían como el "candidato".

Esos "superdelegados", un club integrado por 800 miembros, tienen una importancia clave este año ya que ninguno de los contendientes por la candidatura demócrata ha obtenido suficiente respaldo en las urnas para alzarse victorioso.

Su voto no está comprometido, por lo que, teóricamente, podrían cambiar de parecer cuando se realice la votación formal en la convención, un recurso que parecía contemplar la candidata Hillary Clinton durante los últimos días.