"Sois muchos los que habéis votado por mí, y quiero escuchar vuestras voces", dijo Hillary, quien recordó que ha obtenido 18 millones de votos y que ha ganado en los estados clave del país.

La senadora demócrata por Nueva York, desde esa ciudad, destacó que no se toma "a la ligera" la decisión de qué hacer a partir de ahora y aseguró que "el interés del país y del partido" la guiarán en esa disyuntiva.

Hillary felicitó hoy a Barack Obama por la "extraordinaria campaña" realizada y afirmó que "ha sido un honor disputar esta campaña con él", pero no reconoció su derrota.

"El senador Obama ha hecho que muchos estadounidenses se preocupen de la política y ha impulsado a muchos a que se involucren como resultado nuestro país y nuestra democracia son más fuertes y más dinámicos", afirmó la senadora.

En su discurso afirmó estar "comprometida con la unificación del partido (demócrata) para retomar la Casa Blanca en noviembre".

La intervención de Hillary estuvo centrada en lo que ha sido esta campaña electoral.

Reiteró que "toda su vida ha luchado" por la gente como la que le ha votado e insistió en que quiere que "todos los americanos que han votado por mí sean respetados y no sean nunca más invisibles".

"El servicio público es ayudar a los demás", dijo Hillary, quien volvió a reiterar sus premisas electorales sobre asuntos como el seguro médico universal, el final de la guerra de Irak y una economía fuerte que sirva a todos los estadounidenses.

Afirmó también que quiere restablecer el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.

La senadora pronunció este discurso poco después de haber conseguido el triunfo en el estado de Dakota del Sur.

Sin embargo, poco antes, Barack Obama, con el apoyo de más de 20 superdelegados -cargos electos del partido que votan a quien quieren- había conseguido, antes de ser contabilizados los resultados de Dakota del Sur y de Montana, la cifra de 2.118 delegados que le conceden automáticamente la candidatura presidencial demócrata.

Hillary, no obstante, no hizo referencia a este hecho durante un prolongado discurso en el que la gente esperaba que anunciara su decisión de retirarse ante la evidencia de los números que indicaban que Obama es ya el candidato in péctore del Partido Demócrata.

En algunos momentos el discurso de la senadora, aclamado por sus seguidores, resultó desconcertante ya que pareció que la campaña, lejos de estar sentenciada, estaba aún en plena ebullición.