Saud Abú Ramadán / Gaza

Siete palestinos, entre ellos cuatro niños y su madre, murieron ayer en la última ofensiva del Ejercito israelí en el norte de Gaza que dejó más de una decena de heridos, en una nueva matanza que amenaza las conversaciones para alcanzar una tregua. Las muertes, que se produjeron en la localidad de Beit Hanún, hacen aumentar la incertidumbre sobre los actuales esfuerzos para concertar un alto el fuego entre Israel y las milicias armadas palestinas con la mediación de Egipto.

El jefe del servicio de emergencias del ministerio de Sanidad en Gaza, Moawiya Hasanin, reveló que los menores tenían edades comprendidas entre uno y siete años, y que fallecieron junto a su madre al impactar en su casa un proyectil de un tanque israelí. Los otros dos muertos eran militantes de grupos armados, mientras que entre los heridos se cuentan seis civiles, tres en situación crítica.

Investigación

El funcionario agregó que en otro ataque de la aviación israelí cerca de la población de Beit Lahia, también en el norte de Gaza, resultaron heridos cuatro milicianos palestinos, dos de los cuales se hallan muy graves.

La portavoz del Ejército israelí, comandante Avital Leibowitz, aseguró que se está "investigando lo ocurrido" y que se trata de "una prueba más de que los terroristas (milicianos) operan desde zonas donde hay civiles, a los que utilizan como escudos humanos".

Según residentes en la zona, tras una incursión iniciada por la mañana, tanques del Ejército israelí dispararon en varias ocasiones contra los barrios septentrionales de Beit Hanún, apoyados por vehículos blindados y helicópteros.

Otra portavoz militar israelí indicó que la operación, que continuaba ayer tarde, tiene la misión de impedir el lanzamiento de cohetes y otros proyectiles desde zonas desde las que suelen ser disparados contra Israel.

Aclaró que su Ejército investiga las circunstancias de la muerte de la madre y sus hijos en Beit Hanún, y que de momento se estudia si se debió al "disparo de tanques, a una ataque de la aviación o a la explosión de un artefacto". El brazo armado de Hamás, las "Brigadas de Azedín Al-Kasem", aseguró en un comunicado que sus milicianos se enfrentaron a las fuerzas israelíes en la zona, y asumieron junto a la Yihad Islámica, la autoría del lanzamiento de varios cohetes contra localidades israelíes próximas a la franja.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) manifestó en un comunicado que la ofensiva militar israelí en la franja de Gaza "podría dañar los esfuerzos para acordar un alto el fuego entre Israel y los palestinos".

"Estas agresiones no sirven a los esfuerzos para lograr la calma, y obstruyen el proceso de paz", aseveró el presidente de la ANP, Mahmud Abás, en un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial palestina WAFA.

Por su parte, el Ejército israelí afirmó ayer que la muerte de la madre y cuatro de sus hijos se debió a la cercana explosión de artefactos portados por milicianos. En un comunicado, el Ejército hebreo señala que durante la operación la Fuerza Aérea atacó a dos milicianos palestinos que se aproximaban a los soldados con sendas mochilas.

La jefa de la Oficina del Portavoz del Ejército israelí, comandante Avital Leibowitz, declaró que "la conclusión principal (de la investigación) es que la muerte de la familia fue causada por una explosión que se produjo tras un ataque de la aviación" israelí.