Ahmadineyad se reunió con el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, con quien acordó una "pronta" firma del acuerdo de construcción, según dijo a la prensa el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mahmud Qureshi,

Ahmadineyad es el primer jefe de Gobierno que visita Pakistán desde la formación del nuevo Ejecutivo, con cuyo titular, Yusuf Razá Guilani, también se reunió con Ahmadineyad durante las seis horas que este pasó en el país antes de seguir gira por el Sur de Asia.

Guilani abogó por una "pronta materialización" del gasoducto y expuso al líder iraní las dificultades energéticas por las que atraviesa el país, cuyos ciudadanos sufren horas de corte en el suministro eléctrico diario.

Ahmadineyad le ofreció 1.100 megawatios de electricidad para paliar la crisis actual, según la agencia estatal APP.

Si bien los dos países parecen haber ultimado hoy un acuerdo para sacar adelante el proyecto de gasoducto, cuyo coste estimado es de 7.500 millones de dólares, queda por ver si Pakistán logra solventar su constantes diferencias con la India.

Pakistán ha sugerido incluso un cambio de socio e incluir a China en el proyecto, con un tendido a lo largo de la autovía paquistaní del Karakorum.

Si la India rechaza participar en el tendido, "Pakistán e Irán seguirán con él y considerarán la inclusión de China", advirtió hoy un funcionario paquistaní.

Ahmadineyad, por su parte, confió en que el acuerdo "será finalizado pronto" al tiempo que "dio la bienvenida a la inclusión de China en el proyecto", según el comunicado oficial de la oficina de Guilani.

Está previsto que el gasoducto transporte unos 60 millones de metros cúbicos de gas iraní repartidos a partes iguales entre Pakistán y la India.

Los ministros de Petróleo indio y paquistaní se reunieron la semana pasada para discutir de nuevo la estructura de la compañía que gestionará el gasoducto, la tasa de transporte y una "tasa de tránsito".

"Hemos hecho progresos significativos. Ambas partes consultarán con sus gobiernos respectivos y alcanzarán una pronta conclusión del acuerdo", aseguró entonces el ministro paquistaní, Khwaja Asif, que como su colega indio se mostró confiado en que la construcción pueda comenzar el año que viene.

Tanto la India como Pakistán esperan aliviar sus graves carencias en materia de energía con el gas iraní gracias a un proyecto que, además de tener que superar las diferencias entre estos dos grandes rivales del Sur de Asia, cuenta con la oposición de Estados Unidos.

El precio acordado que Irán cobrará por el gas será de 4,93 dólares por millón de unidades térmicas británicas, con lo que consolidará su papel como suministrador de energía a sus vecinos del este e incrementará su peso económico en la zona.

De momento, y aunque han firmado un acuerdo de comercio preferencial, los intercambios entre Irán y Pakistán son tan reducidos que Qureshi dijo hoy confiar en que pronto alcancen el nivel de los 1.000 millones de dólares anuales.

Ahmadineyad abogó por "explotar hasta su auténtico potencial" las relaciones bilaterales, en particular las comerciales.

Musharraf, que discutió con su homólogo iraní la situación en Afganistán, Irak y Palestina, dio a Irán su apoyo para que desarrolle el uso de la energía nuclear con fines pacíficos y bajo control del Organismo Internacional de la Energía Atómica.

El presidente iraní viajó al Sur de Asia acompañado, entre otros, por el ministro de Asuntos Exteriores, Monouchehr Mottaki, el de Comercio, Mir Kazemi, y el vicepresidente iraní, Esfandyar Rahim Mashai'e.

Tras abandonar Islamabad, el líder iraní viajó a Sri Lanka, donde se propone inspeccionar proyectos bilaterales en marcha y firmar varios convenios de cooperación, según la agencia iraní IRNA.