Los encargados de la seguridad de los aeropuertos creen que las máquinas pueden reconocer más fácilmente que las personas eventuales falsificaciones de los documentos de viaje. Ese proyecto piloto estará abierto a los ciudadanos del Reino Unido y de la Unión Europea en posesión de pasaportes biométricos. Sin embargo, afirma el periódico, existe preocupación ante la posibilidad de que algunos pasajeros reaccionen negativamente si se ven rechazados por error en una de esas puertas automáticas.

Para asegurar que no pasa ninguna persona que aparezca en una lista de sospechosos, el sistema puede pecar de excesiva cautela, con lo que habrá "falsos negativos", es decir que algunos pasajeros pueden verse injustamente rechazados.

Actualmente existen ya controles de reconocimiento del iris en algunos aeropuertos del Reino Unido, pero están destinados a personas que están en viajes de negocio y se registran con antelación.

Las puertas de reconocimiento automático tienen como objetivo establecer eventualmente un sistema de seguridad que permita contrastar los detalles de vuelo y la identidad de todos los pasajeros con los de una lista de viajeros considerados sospechosos.

El llamado Proyecto Semáforo, primera fase del programa de fronteras electrónicas del Gobierno británico, sigue ya los movimientos de 30 millones de pasajeros al año por el Reino Unido. El objetivo del Ministerio del Interior es controlar hasta un 60 por ciento de todos los pasajeros y tripulantes con el nuevo sistema de puertas automáticas para diciembre del próximo año y llegar al 95 por ciento para diciembre del 2010.

Una cobertura total no se espera hasta el año 2014, cuando se introduzcan controles similares para los vuelos privados y los pequeños yates.

Desde su introducción en el 2006 se han expedido en el Reino Unido entre 8 y 10 millones de pasaportes biométricos y después del 2016 todos tendrán que ser ya de ese tipo.