En un discurso en la sesión inaugural de la III Conferencia de países vecinos de Irak, transmitido por las televisiones árabes, Al Maliki insistió en que la situación de la seguridad en Irak "ha mejorado mucho" y se comprometió a "hacer más para un atmósfera adecuada para la reapertura de las embajadas".

"El intercambio diplomático contribuirá a consolidar la seguridad y la estabilidad", dijo el Primer Ministro iraquí, tras enumerar los logros de su Gobierno en la lucha contra el terrorismo y en favor de la reconciliación nacional en Irak.

Asimismo, reiteró la importancia de que los vecinos "adopten más medidas y refuercen la seguridad de la frontera" para evitar la infiltración de terroristas en el territorio iraquí, y prohíban las fetuas (decretos religiosos jurídicos) que crean conflictos sectarios en Irak.

"Irak está dispuesto a desempeñar un papel constructivo por la seguridad y la estabilidad de la zona", afirmó Al Maliki, tras advertir de que la "tensión y la inseguridad (en Irak) afectan la estabilidad de toda la región".

Al Maliki se refirió a las deudas de Irak y las indemnizaciones que ese país paga a los países afectados por la ocupación de Kuwait durante seis meses -entre 1990 y 1991- por el Ejército del ex presidente iraquí Sadam Husein.

"Las facturas de las indemnizaciones y las deudas han dañado al pueblo iraquí (..) y su cancelación será vista como un signo positivo para aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo y ayudar a la reconstrucción", recalcó.

En la reunión de los países vecinos de Irak -Kuwait, Jordania, Arabia Saudí, Siria, Irán y Turquía- participan la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, y otros representantes del G8, así como de la ONU, de la Liga Árabe y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico.

Esta conferencia es la tercera reunión de países vecinos de Irak después de las que se celebraron en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij y en Estambul, en mayo y en noviembre pasados, respectivamente.

Rice ha descartado una reunión directa en Kuwait con su homólogo iraní, Manusher Motaki, a cuyo país Washington acusa de injerencia en los asuntos de Irak, pero tiene previsto seguir presionando a los aliados árabes de EEUU para que apoyen política y económicamente al Gobierno de Bagdad.

Se espera que al margen de la reunión en Kuwait se celebre un encuentro sobre la forma de solucionar la crisis política en el Líbano, a través de acelerar la elección de un presidente de ese país.

El Líbano vive un vacío presidencial desde el pasado 24 de noviembre por la incapacidad del Parlamento para elegir a un sucesor de Emile Lahud, el último en ocupar el cargo, debido a las divergencias entre la oposición y la mayoría parlamentaria.