El diplomático holandés señala, en un informe presentado a puerta cerrada el lunes al Consejo de Seguridad y al que EFE tuvo hoy acceso, que se tiene que partir de la realidad de que la comunidad internacional no está suficientemente interesada en presionar a Rabat para que abandone el territorio que ocupa desde 1975.

"Mi conclusión de que un Sahara Occidental no es una meta alcanzable es relevante hoy porque se encuentra en la raíz del actual proceso de negociación", apunta el mediador de la ONU en el informe.

Van Walsum recuerda la falta de respuesta en el Consejo de Seguridad, y en la comunidad internacional en general, a la declaración de Marruecos en 2004 de que no consentirá un referéndum de independencia.

"Llegué a la conclusión de que no se existía presión sobre Marruecos para que abandonara su petición de soberanía sobre el territorio y que, por tanto, un Sahara Occidental independiente no es una propuesta realista", afirma.

El mediador concluye que, bajo las actuales circunstancias, el proceso de negociación emprendido por Marruecos y el Frente Polisario en junio de 2007 bajo el auspicio de la ONU "no lleva a ninguna parte".

"En la comunidad internacional hay una impresión general de que el Frente Polisario cuenta con un argumento legal más sólido, pero que no le incumbe al Consejo de Seguridad presionar a Marruecos para que se retire del Sahara Occidental tras treinta años de que tomara posesión del territorio", asegura.

Por un lado, no se obliga a Rabat a que acepte incluir la independencia en un referéndum sobre el futuro de la ex colonia española, y por otro el Frente Polisario se niega a discutir cualquier solución al conflicto si se le exige que renuncie de entrada a una posible independencia.

Marruecos y el movimiento independentista saharaui han celebrado desde junio de 2007 cuatro rondas de negociaciones auspiciadas por la ONU sin haber logrado ningún acercamiento de posturas.

Este informe de cuatro páginas es, hasta la fecha, la primera evaluación de la situación por parte del mediador de la ONU, que ha mantenido una estricta política de evitar comparecer ante la prensa.

Van Walsum sostiene en el documento que "la posición fundamental de las dos partes son mutuamente excluyentes".

"Lo que es una necesidad absoluta para una, es absolutamente inaceptable para la otra", agrega.

Por ello, plantea cambiar el enfoque del proceso que hasta ahora se rige por el principio de acudir a la mesa de negociación "sin condiciones previas" para discutir la propuesta de un estatuto de autonomía defendida por Marruecos y la del referéndum de independencia del Polisario.