"El Gobierno tiene como objetivo a los criminales y no a una facción particular", aseguró el portavoz gubernamental, Ali al Dabagh, en declaraciones a la agencia iraquí "Aswat al Iraq", en la primera reacción oficial al comunicado hecho público ayer por Sadr.

Sadr hizo público a última hora de ayer un comunicado en el que amenazaba con una "guerra abierta" contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses, lo que supondría la ruptura oficial de la tregua que declaró en agosto del año pasado para las actividades de su milicia, formada por cerca de 50.000 personas.

Las fuerzas de seguridad iraquíes comenzaron el pasado 25 de marzo la operación "Carga de la Caballería" en la ciudad meridional de Basora contra quienes ha denominado como "criminales", que para los "sadristas" son los miembros de la milicia del "Ejército del Mahdi", leal a Muqtada.

"No tenemos negociaciones ni contactos directos con el movimiento de Sadr porque no hay nada que negociar con ellos, pero tampoco tenemos problemas con las facciones políticas", explicó Dabagh.

El portavoz reiteró el llamamiento a que el "Ejército del Mahdi" entregue las armas, porque "el Estado no puede soportar la existencia de dos ejércitos".