El Papa Benedicto XVI se reunió ayer en Washington, por primera vez y por sorpresa, con un grupo de víctimas de abusos de sacerdotes pederastas estadounidenses, que le relataron individualmente el drama que vivieron, y les dedicó "palabras de aliento y de esperanza".

En lo que lleva de viaje por Estados Unidos, el Pontífice ha pedido a la Iglesia católica mostrar su cercanía a las víctimas de abusos de sacerdotes pederastas y, ayer lo hizo personalmente al entrevistarse con varias personas que los sufrieron. Benedicto XVI les escuchó atentamente y "después les dedicó palabras de aliento y de esperanza", a la vez que les prometió oraciones "por sus familias y por todas las víctimas de abusos sexuales", indicó una nota del Vaticano.

El encuentro, que se produjo en la sede de la Nunciatura, no estaba incluido en el programa de su viaje a EE UU, que emprendió el pasado 15 de abril y que concluirá el día 20, pero era una cita que los medios estadounidenses aseguraban que se podría producir. Las asociaciones de las víctimas de abusos habían solicitado una reunión con el Papa. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el grupo estaba formado por cinco adultos, hombres y mujeres, quienes estuvieron acompañados por el Cardenal O'Malley, arzobispo de Boston, una de las ciudades más afectadas por los casos de abusos.