En coincidencia con los aniversarios, y quizás no por casualidad, la Universidad de Saint Xavier en Chicago ha decidido cerrar hoy sus puertas tras descubrir mensajes amenazantes de grafiti en una de sus residencias de estudiantes.

El último mensaje, encontrado el jueves, se leía "Preparaos para morir el 14 del 4".

Las autoridades de ese centro católico han preferido pecar de cautos y han enviado a casa a sus alumnos hasta nueva orden.

Los precedentes, desde luego, no son halagüeños. Cinco días de abril, los que van del 16 al 20, acumulan los aniversarios de las peores matanzas de los últimos 15 años en EEUU, con la excepción de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

En el recuerdo de todos está aún lo ocurrido el 16 de abril del año pasado, cuando el estudiante surcoreano Cho Seung Hui, de 23 años, mató a 32 personas en las aulas de la Universidad Politécnica de Virginia antes de suicidarse.

A lo largo de los dos años anteriores, Cho había dado abundantes señales de inestabilidad mental y había llamado la atención por sus escritos llenos de violencia, alusiones escatológicas e insultos.

Aunque un tribunal había ordenado que el estudiante de Filología Inglesa recibiera ayuda psiquiátrica, el sistema burocrático era tan complicado que ese dictamen no se puso en práctica y Cho pudo comprar sin problemas las armas de fuego que le sirvieron para perpetrar la matanza.

El caso motivó la apertura de una investigación para determinar si la matanza pudo haberse evitado.

Esta semana, los familiares de las víctimas llegaron a un acuerdo extrajudicial para compartir los once millones de dólares que el estado de Virginia ha destinado en concepto de compensación.

En el manifiesto que dejó grabado antes de comenzar su orgía de sangre, Cho rindió homenaje a "los mártires Eric y Dylan", Eric Harris y Dylan Kiebold, los alumnos que casi exactamente ocho años antes que él habían abierto fuego también contra sus compañeros de estudios en un instituto de Columbine, en Colorado.

Harris y Kiebold mataron a doce alumnos y un profesor el 20 de abril de 1999, en un suceso que aún hoy es una de las peores pesadillas en el mundo educativo estadounidense.

Los asesinos, que además introdujeron dos bombas de nueve kilos en el comedor de la escuela el día de la matanza, dispararon contra jóvenes de fuertes creencias religiosas, de raza negra o deportistas y estudiantes de éxito.

Pero estas tragedias no son las únicas que cumplen su aniversario en esta luctuosa semana de abril.

El 19 de abril de 1992, las autoridades estadounidenses decidieron lanzar gases lacrimógenos contra el rancho de Monte Carmelo, sede de la secta davidiana en Waco (Texas), para poner fin al "sitio" que había comenzado el 28 de febrero en busca del líder del grupo, David Koresh.

Un total de 81 personas, entre ellos 17 niños menores de diez años, murieron cuando los integrantes de la secta optaron por inmolarse en un tremendo incendio.

Otro 19 de abril, pero dos años más tarde, un potente camión bomba hizo saltar por los aires el edificio federal Alfred Murray de la ciudad de Oklahoma, donde se encontraba la sede de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) cuyos agentes participaron en la operación contra los davidianos.

Timoty McVeigh, un ex soldado condecorado en la guerra del Golfo y vinculado a grupos paramilitares de extrema derecha, fue declarado autor del atentado, que costó la vida a 168 personas, entre ellas 19 niños.

Los fiscales concluyeron que McVeigh, que sería ejecutado seis años después, planeó el atentado como venganza contra el Gobierno de EEUU y para vengar la muerte de los davidianos.

En total, son 297 muertos en cuatro matanzas, de motivaciones muy distintas pero con algo en común, las fechas. Cuidado con los idos de abril.