El nuevo pacto, una actualización de acuerdos alcanzados por ambos países en el ámbito nuclear en las dos últimas décadas, dará a Israel acceso a las últimas informaciones de EEUU sobre seguridad nuclear, protocolos y tecnología nuclear.

El acuerdo fue firmado hace unos días por el director de la Comisión de la Energía Atómica de Israel, Shaul Horev, y el presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU, Dale Klein.

Consultado por Efe, Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, rehusó hacer comentarios sobre esta información.

Israel no se ha adherido al Tratado de No Proliferación Nuclear, aunque tiene los citados acuerdos con EEUU y colabora con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en el campo de la seguridad nuclear, indica el rotativo.

Analistas extranjeros estiman que Israel dispone de unas doscientas cabezas nucleares.

El reactor en Dimona comenzó a funcionar hace cinco décadas y sus actividades son completamente secretas al ser información clasificada.

Algunos expertos temen que la falta de control externo y la relativa antigüedad de la central puedan generar problemas en su seguridad, algo que las autoridades israelíes rechazan.

La central de Dimona centro la atención informativa en 1986, cuando uno de sus técnicos, Mordejai Vanunu, reveló los secretos de Israel acerca de su capacidad atómica y entregó fotografías de la central al periódico británico "The Sunday Times".

Por su revelación y otros cargos, Vanunu pasó dieciocho años en prisión.

Recientemente ha vuelto a ser condenado por hablar con periodistas, algo que -como abandonar el país- tiene prohibido, y solicitar asilo político a Noruega.