Los piratas fueron detenidos en tierra, una vez que se produjo la liberación de los 30 rehenes que permanecían en el barco en virtud de un acuerdo con su armador.

El velero estaba anclado desde el pasado domingo en aguas somalís, bajo la vigilancia de un buque de la Marina francesa, en la zona del Golfo de Adén, donde había sido interceptado.

El jefe del Estado Mayor del Ejército francés, Jean-Louis Georgerin, aseguró que también se recuperaron unos sacos con dinero, "parte del probable rescate pagado", e indicó que se mantiene la búsqueda del resto del comando.

Las autoridades francesas habían instalado un dispositivo de vigilancia en tierra para perseguir a los captores tras el rescate de la tripulación del "Ponant".

Georgerin indicó que los piratas eran antiguos pescadores somalís que vivían en clan y que se habían especializado en este tipo de actividades delictivas.

Señaló que el año pasado se registraron 280 operaciones de pirateo de este tipo, la mitad de ellas en la región del Cuerno de África y que, por ello, no querían dejar "impunes" a los captores.

Los piratas se encuentran en este momento a bordo de uno de los barcos franceses desplegados en la zona y serán entregados a la justicia, dijo el consejero.