"No nos corresponde a nosotros comentar estos asuntos", dijo el holandés Hein Verbruggen, presidente de la Comisión de Coordinación del COI, sobre las críticas internacionales a la falta de derechos humanos en China. "Es incumbencia de la ley china, y no es una cuestión deportiva ni de los JJ.OO., ni del COI", añadió.

"Si miro a las ciudades candidatas a los Juegos de 2016...

¿Debería el COI estar obligado a hablar, porque Madrid es candidata, de las pretensiones del País Vasco de ser independiente de España? O el COI, porque Chicago es candidata, ¿tiene que pronunciarse sobre Guantánamo o Iraq?", se preguntó.

"Tenéis ante vosotros a un gran defensor de la regla de que el COI no debe involucrarse en políticas o hablar de asuntos políticos.

No somos una organización política", afirmó.

Verbruggen reconoció la necesidad que política y deporte tienen el uno de la otra, pero señaló que eso "es algo totalmente diferente a involucrarse en las políticas de los países".

"Ir a Australia y decirle al gobierno: primero tienes que arreglar tu problema con los aborígenes; si no, no vendremos. Ese no es el asunto. Hay una línea muy gruesa entre ambas cosas", dijo.

China lleva tres semanas en el ojo del huracán de la crítica internacional por los enfrentamientos sucedidos el mes pasado en el Tíbet, que han venido a sumarse a las críticas que cosechó por su línea política con el conflicto de Darfur o sus restricciones a la falta de información.

La Comisión de Coordinación del COI ha finalizado hoy su décima y última inspección antes de los Juegos Olímpicos, que ha durado tres días y que ha dejado muy satisfechos a los inspectores.