Velocípedos, réplicas de la serie verano azul, espectaculares colecciones como la de las Orbea, o la de focos antiguos, clásicas inglesas y portuguesas, aquellas en las que se desplazaba el lechero o el cartero. Visitar esta exposición de bicicletas antiguas implica un viaje en el tiempo de 200 años, los que cumple este vehículo de dos ruedas desde que se inventó, y cuyo uso quiere impulsar la Asociación A golpe de pedal, organizadora de "A pedaliña", un homenaje que se prolongará durante todo el mes de mayo. Buscan además un lugar perenne para que estas joyas de coleccionistas privados no se pierdan para siempre.