Puede parecer una película de Alfred Hitchcock, pero nada más lejos. Todo sucedió en la terraza de una cafetería en el centro de Vigo en una mañana primaveral de invierno. Sobre la mesa, un café y un trozo de bizcocho. Alrededor, un grupo de palomas ávidas de hincarle el pico al dulce manjar. En el vídeo se puede ver cómo organizan para hacerse con él.