Rasa, joven deslenguada y corpulenta, destila energía por los cuatro costados.Capaz de empaquetar más lechugas que nadie en tiempo récord en la fábrica en la que trabaja, aporta a su hogar su sueldo y su desvergonzada alegría.Cuando los recortes por la crisis la dejan en el paro y su padre debe partir a Noruega para trabajar, Rasa no se amilana.Lo suyo es la acción y el movimiento constante.Con resistencia y empuje aplasta los obstáculos antes de que los obstáculos la aplasten.Al final, no podrán con ella.