El riesgo para la navegación persiste en la ría después del paso de los temporales. Son muchos los artefactos a la deriva o encallados sobre la costa que pueden provocar accidentes marítimos. Bateas enteras o trozos de las mismas, como flotadores, bidones o vigas constituyen la mayor amenaza. Los parques de cultivo fueron duramente golpeados por el viento y el mar de fondo se encarga del resto, por lo que las pérdidas para el sector pueden seguir aumentando.
Los daños de los últimos temporales persisten
Iñaki Abella / Muñiz / Noé Parga
El riesgo para la navegación persiste en la ría después del paso de los temporales. Son muchos los artefactos a la deriva o encallados sobre la costa que pueden provocar accidentes marítimos. Bateas enteras o trozos de las mismas, como flotadores, bidones o vigas constituyen la mayor amenaza. Los parques de cultivo fueron duramente golpeados por el viento y el mar de fondo se encarga del resto, por lo que las pérdidas para el sector pueden seguir aumentando.
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