Después de dos años consecutivos de títulos de Lewis Hamilton, Nico Rosberg volvía a intentarlo. Mercedes seguía siendo el mejor coche y el alemán no había perdido ni un ápice de ambición. Lo demostró en la primera carrera, en Australia, donde sumó la victoria.
En Austria, Rosberg se divertía jugando al fútbol antes de tomar su Mercedes. La carrera no le iría tan bien. Acabó cuarto y su máximo rival, Hamilton, volvió a ser primero en meta.
La racha siguió en Bahrein, donde Hamilton ya no tenía el mismo humor después de acabar tercero. Rosberg mandó con autoridad durante toda la carrera.
La pésima racha del alemán se cortó en Bélgica, donde volvió a subir al puesto más alto del cajón. Hamilton fue tercero, justo por detrás de un siempre batallador Ricciardo.
La lluvia marcó la carrera de Brasil, donde Hamilton resistió ante la tormenta y conquistó una accidentada carrera por delante, de nuevo, de Rosberg.
En Silverstone, Rosberg sabía que jugaba en terreno contrario. El Mercedes de Hamilton voló de nuevo y el alemán se tuvo que conformar con ser tercero.
El circuito de Montreal revivió las hostilidades, ya abiertamente declaradas, entre ambos pilotos. Rosberg acabó quinto y Hamilton, que no dudó en salir a por todas - como se ve en la imagen de la primera vuelta - recortaba distancias con otros 25 puntos ganadores.
El tercer triunfo llegó en China, donde solo Vettel le puso en algunos aprietos. La distancia con Hamilton se ensanchaba después de otra carrera magistral.
El nuevo trazado de Bakú, en Azerbaiyán, vio de nuevo a Rosberg en lo más alto del podio, en esta ocasión por delante de su compatriota Vettel y el australiano Ricciardo.
Los dos pilotos trataban de mantener una cierta apariencia de cordialidad antes de la carrera de Alemania, en la que Rosberg acusó los nervios y solo pudo ser cuarto. Nueva victoria de Hamilton.
El tercer triunfo consecutivo de Hamilton llegó en Hungría, donde la igualdad entre ambos pilotos fue máxima. Rosberg acabó segundo y se mantenía como líder, aunque a menor distancia.
Monza, la gran catedral del automovilismo, asistió a una nueva exhibición de Rosberg, manteado por su equipos y los tiffosi italianos. Hamilton fue segundo.
El circuito japonés de Suzuka asiste a una nueva exhibición de Rosberg, que acaba primero por delante de Verstappen y Hamilton.
El piloto alemán llega a Malasia sabiendo que, de ahí hasta el final, le basta no cometer errores graves para hacerse con el título. Su pésima salida estuvo a punto de estropearle el día, pero logró acabar tercero por detrás de Ricciardo y Verstappen. La retirada de Hamilton le acerca al título.
Idéntico resultado al de Austin fue el de México, con Hamilton dominando de principio a fin y Rosberg en segunda posición.
Mónaco supuso el primer triunfo del año para Hamilton en otra carrera sin suerte para Rosberg, que solo pudo ser séptimo tras un accidentado día en el circuito urbano.
El Mundial se trasladaba a Europa con similares resultados. Nuevo triunfo del alemán y Mercedes sabe que este va a ser otro año magnífico para la escudería.
Un Rosberg pletórico salía así de su monoplaza tras vencer en Singapur. Ricciardo fue segundo y Hamilton cerró el podio.
El primer contratiempo, pese al buen humor que exhibía Rosberg en vísperas de la carrera, llegó en el Gran Premio de España. Hamilton y él chocaron en el comienzo de carrera, dejando vía libre al triunfo de Verstappen. La guerra Rosberg-Hamilton estaba ya declarada.
La remontada de Hamilton comenzó en Estados Unidos, donde Rosberg no quiso correr riesgos y se conformó con ser segundo.
En la última carrera del año, a Rosberg le bastaba con el podio para asegurare el título. El alemán supo controlar las maniobras de Hamilton para hacerse con su primer título, celebrado con euforia en Mercedes, una escudería alemana.