El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
BERNABÉ / LUISMY
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El mal tiempo enturbia la pesca en los ríos de Deza
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El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
Pescadores tentando las truchas en un río de A Estrada
BERNABÉ / VÍCTOR ESPIÑO
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
Pescadores tentando las truchas en un río de A Estrada
BERNABÉ / VÍCTOR ESPIÑO
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
Pescadores tentando las truchas en un río de A Estrada
BERNABÉ / VÍCTOR ESPIÑO
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
Pescadores tentando las truchas en un río de A Estrada
BERNABÉ / VÍCTOR ESPIÑO
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
Pescadores tentando las truchas en un río de A Estrada
BERNABÉ / VÍCTOR ESPIÑO
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.
El frío y la persistente llovizna que cayó hasta media mañana de ayer en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes marcó el inicio de la temporada de pesca. Aunque los ríos se llenaron de pescadores -tanto en los cotos como en los tramos libres- y, en general, el agua un tanto enlodada y el caudal alto incitaban al optimismo, el volumen de capturas fue muy desigual.