Los trabajadores de ambulancias iniciaron ayer movilizaciones para reclamar un salario justo, menos horas de guardia y mejores equipos. Una concentración ante la sede del Sergas abrió las protestas, que continuarán con una huelga convocada para los días 18, 19 y 20 de este mes.

Entre las quejas del colectivo destaca el hecho de que la totalidad del personal de ambulancias esté subcontratado por empresas privadas y que consideran su remuneración inadecuada.

"Tenemos un convenio colerctivo estatal obsoleto, que lleva sin experimentar mejoras desde hace muchos años", explicó el portavoz sindical Óscar Graña, "nuestros salarios son de 715 euros para conductores y de 623, para ayudantes, y 6 euros por hora extra de trabajo, a todas luces ridículo para una profesión de tanta responsabilidad, que se juega la vida a diario en las carreteras".

El sector lamenta también que tengan que realizar jornadas de trabajo "que superan en muchos casos las 24 horas continuadas, y que llegan en ocasiones a las 72 horas, para poder llevar un salario mínimo a casa".

Instalaciones adecuadas

Asimismo, consideran que carecen de instalaciones adecuadas donde limpiar y desinfectar las ambulancias con las que trasladan a los enfermos. Al tiempo, afirman que sus bases no disponen "ni de duchas, ni de agua caliente, ni vestuarios, y estamos obligados a desinfectar los uniformes en casa, con el resto de nuestra ropa".

Los empleados de ambulancias lamentan también que carecen de equipos de protección individual adecuados para su trabajo, lo que se traduce en "riesgos de atropello y accidente, o la posibilidad de contraer enfermedades infectocontagiosas contra las que no existen vacunas.

Óscar Graña señala además que, entre sus riesgos, se cuenta el de "enfrentarnos a multas por exceso de velocidad que pagamos nosotros mismos, corriendo el riesgo de perder el trabajo por la retirada del carné por puntos".

El portavoz sindical justifica estas movilizaciones, y la huelga que se celebrará la próxima semana, por el hecho de que cuando han pedido mejoras a sus empresarios "lo único que conseguimos son amenazas y, en algunos casos, despidos injustificados".

La concentración celebrada a las 12.00 horas de ayer ante la dirección provincial del Sergas, en la calle García Barbón, fue la primera de las que se registrarán en los próximos días hasta la huelga prevista para los días 18, 19 y 20 de enero.

En este paro, los trabajadores de ambulancias seguirán atendiendo los casos urgentes, aunque probablemente se producirán inconvenientes para las personas que precisan traslados sin que exista urgencia.

Los empleados del sector pidieron ayer disculpas a los usuarios por las molestias que acarreen sus protestas, que Óscar Graña calificó como "la última salida que nos queda para reclamar algo que es de justicia: dignificar nuestro trabajo".