Cuando este mes de enero el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publique la denominada Ordenanza Municipal sobre Captación y Aprovechamiento de la Energía Solar para Usos Térmicos en Edificaciones e Instalaciones, todos los proyectos de construcción de edificios o los de reforma de su cubierta deberán incluir la instalación de paneles solares con los que obtener energía para el calentamiento de agua de uso sanitario (AQS). Aunque durante los primeros seis meses la ordenanza será de aplicación voluntaria, desde junio será de obligado cumplimiento.

La ciudad de Vigo adquirirá así la condición de pionera en Galicia en esta iniciativa de consumo energético sostenible, una tendencia que cuenta ya con buen número de precedentes en otras ciudades españolas, como Barcelona y la mayor parte de las urbes catalanas de tamaño medio, menores que Vigo.

La potencia media de la radiación solar que se registra en Vigo es de entre 3,8 y 4,2 Kwh, lo que sitúa a la ciudad (igual que el sur de Pontevedra y Lugo y la provincia de Ourense) en la zona 2 de una escala de 1 a 5, de menor a mayor nivel de radiación, en la que Sevilla, por ejemplo, estaría en la zona 5 y A Coruña en la 1. Según datos tomados en Peinador, la ciudad de Vigo registra una media de 2.212 horas de sol al año.

La idea central de la ordenanza municipal local es reducir, con la instalación de paneles solares en terrazas y tejados siempre que su orientación y características lo permitan, el consumo de otras energías como las procedentes de combustibles fósiles o electricidad, para el calentamiento del agua, que representa el 20% del consumo doméstico, según Bernardo Parajó, el director de la Fundación Axencia Intermunicipal da Enerxía de Vigo (FAIMEVI).

Según Parajó, los paneles solares permitirán reducir el consumo energético tradicional de en torno al 30% en las viviendas de menor tamaño y al 70% en los inmuebles más grandes.

La obligatoria instalación de los paneles, según las experiencias de otras comunidades, incrementa el coste de la obra entre un 1 y un 1,5%, una cantidad que, según Parajó, "no hay que considerar como gasto sino como inversión, ya que el sobrecosto se recupera en la factura energética de forma sucesiva".

La amortización de la inversión en paneles está ligada también a la tecnología elegida. "Es una tecnología no muy reciente y, que, según vaya extendiendo su uso e incrementándose la demanda, reducirá los precios".

En la FAIMEVI, ubicada en el Concello, se informa de la ordenanza a los particulares, empresas o comunidades que lo deseen.