El sistema de valores es transversal: atraviesa todos los demás sistemas, y tiñe todos los ámbitos humanos. Por eso es tan extraño que desde la derecha se escandalicen del Estatut. ¿Dónde debe hacerse una apuesta económica, allí donde más rentabilidad produce o donde más necesidad social existe? La ideología que hoy domina en el mundo tiende a lo primero. Por eso se defiende la rebaja de impuestos (más dinero en manos del que mejor sabe ganarlo), el recorte en los fondos de cohesión europeos (menos cargas sobre los países más ricos), e igual dentro de España (menor trasvase de las zonas prósperas, como Catalunya, a las pobres). La ideología es la misma, eliminar el lastre de las políticas de igualdad. Al final el Estatut es eso: repartir menos para tener más. No es raro que a los sectores clásicos del PSOE no les guste. Lo raro es que la derecha se tire al monte.