Según el Buró de Seguridad Pública de la ciudad de Tangshan, los detenidos son inversores, responsables legales, el inspector de seguridad laboral, el director y el subdirector de la Mina de Carbón de Liuguantun, ubicada en el distrito de Kaiping perteneciente a Tangshan, aunque nombres no han sido difundidos.

Todavía 17 mineros permanecen desaparecidos después de la explosión del 7 de diciembre, con pocas posibilidades de estar vivos a pesar de las labores que realizan los 150 efectivos que trabajan en el rescate.

El pozo, originalmente de propiedad estatal, fue privatizado en 2002 y producía unas 150.000 toneladas de carbón al año; las cuentas bancarias fueron congeladas por las autoridades tras el accidente.

Cada una de las familias de las víctimas será indemnizada con al menos 200.000 yuanes (25.000 dólares, 21.000 euros), según fuentes oficiales.

China registró en 2004 más de 6.027 muertes en sus 28.000 pozos hulleros, un 80 por ciento del total de fallecimientos laborales del sector mundial del carbón; que supone un 70 por ciento de la energía que consume China, por lo que los propietarios anteponen la productividad a las medidas de seguridad laboral.