Los españoles son, junto con los italianos, los ciudadanos que gozan de más años de vida libres de enfermedades dentro de la Unión Europea. Así lo revela el informe "La esperanza de vida libre de incapacidad" elaborado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, cuyos datos indican que las mujeres españolas tienen una esperanza de vida saludable de 70,2 años, la segunda más alta dentro de la Unión Europea, mientras que los hombres de nuestro país se sitúan en el tercer puesto de esta clasificación con una media de 66,8 años.

Tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, los años de buena salud de los que gozan los ciudadanos españoles están muy por encima de la media europea. Una media que los datos recabados por el Eurostat sitúan en 64,5 años de vida saludable para los hombres y de 66 años para las mujeres de la Unión.

En ambos sexos, la clasificación de años de vida saludable la encabeza Italia, que es con diferencia el país que goza de mejor salud dentro del espacio comunitario.

Entre los hombres, detrás de Italia (con una media de 70,9 años de vida saludable), se sitúa Bélgica (con 67,4 años). En tercer lugar aparece España (con 66,8), Grecia (66,7), Austria (66,2) y Alemania (65). La menor esperanza de vida se registra en Finlandia (57,3 años), Portugal (59,8) y Francia (60,6).

En el caso de las mujeres, Italia también se encuentra a la cabeza, con 74,4 años de media, seguida de España (70,2), Austria (69,6), Bélgica (69,2) y Grecia (68,4), mientras que en la parte baja figuran Finlandia (56,5 años), Holanda (58,8), Dinamarca y Reino Unido (60,9).

Crecimiento

El informe elaborado por el Ministerio de Sanidad revela que desde el año 1995, cuando comienzan a estar disponibles estas cifras, la tendencia de años vividos con buena salud por los ciudadanos europeos es claramente al alza, tanto en hombres como en mujeres. Aunque es cierto que en el caso de estas últimas sí existe una tendencia descendente en varios países de la Unión Europea, concretamente en Holanda, Finlandia, Grecia y, en menor medida, en Portugal y Reino Unido.

Las conclusiones fundamentales que desde el Ministerio de Sanidad se extraen de este estudio subrayan las importantes consecuencias tanto sanitarias como sociales que el aumento constante de la esperanza de vida, motivado por la espectacular disminución de la mortalidad, tiene en los países más desarrollados durante los últimos decenios.