El concejal del Ayuntamiento de Vigo, señor Chema Figueroa, se ha descolgado con unas declaraciones en las cuales acusa a los denunciantes de irregularidades urbanísticas en Vigo, de azuzar y presionar a los tribunales para que se lleve a cabo la demolición, cuanto antes, de varios edificios ahora irregulares y no dé tiempo a legalizarlos con el nuevo plan general de urbanismo.
Esto supondría la destrucción de una docena o más de grandes edificios de viviendas, entre ellos, varias torres, aparte varias naves industriales y edificios comerciales y almacenes. Estamos hablando de dejar en la calle a varios cientos de familias.
Estamos hablando del cierre de muchas industrias y negocios. Esto supondría, además, la quiebra automática de la ciudad que no podría hacer frente a los cientos de miles de millones de pesetas que tendría que pagar en indemnizaciones. Por otro lado, conllevaría a la paralización absoluta de la construcción en la ciudad. ¿Quién se iba a arriesgar a construir aquí? Sería un golpe definitivo.
Todos estos edificios serán legalizados con el nuevo plan general de urbanismo. En eso confían las familias y los empresarios afectados así como el Ayuntamiento y la ciudadanía viguesa en general.
Entonces, ¿cuál es la razón de esta presión por parte de los denunciantes? ¿qué es lo que se pretende conseguir?
Y lo más importante ¿quiénes son? ¿quién puede querer tan mal a esta ciudad? ¿quién quiere hacerle tanto daño y por qué?
Los vigueses tenemos derecho a saber quienes son los que nos quieren hundir, con nombres y apellidos, y qué es lo que hay detrás.
Los vigueses queremos saber.
José Carlos Valeije Pérez - Vigo