Recogida a domicilio, menú a la carta, calefacción, paseos diarios por los jardines, peluquería y vigilancia durante las 24 horas. El hotel Ramalladas de A Madroa ofrece todos los lujos de un cinco estrellas a unos peculiares huéspedes: las mascotas cuyos dueños se preocupan de dejarlas en buenas manos durante sus vacaciones.

A pocas semanas de la Navidad las reservas ya están casi al 90%. "El año pasado hubo gente que se quedó sin plaza y que por eso no viajó. El perro ya es como uno más de la familia y los dueños no escatiman en ellos", asegura Juan Freire, director técnico del hotel.

Por eso durante estas fechas muchos clientes encargan comidas especiales, que pueden llegar a incluir champán para perros, o dejan regalos en el hotel para que los trabajadores se los entreguen. Las llamadas desde países tan lejanos como Venezuela, Cuba o Brasil interesándose por el estado de ánimo de sus mascotas son tan habituales que el hotel pondrá en funcionamiento desde principios de año 8 cámaras web repartidas por la finca. "A través de nuestra página en internet y una clave podrán ver a sus perros en tiempo real", explica Freire.

El éxito del hotel, el más veterano de Galicia, radica en su filosofía. "La idea es que los perros disfruten y que sólo utilicen la jaula para dormir". Por una cuota diaria de 8 euros, las mascotas pasean y juegan cuatro veces diarias en los parques y en sus "suites" disponen de cama, calefacción y bebederos automáticos. La cuota incluye además las visitas al veterinario que sean necesarias y el único requisito es tener la cartilla de vacunas actualizada.

En las 120 jaulas individuales hay hospedados durante los 365 días del año perros de todas las razas, desde chihuahuas a San Bernardos, y también gatos. La preocupación por su bienestar es tal que a partir de las 20.30 horas no se reciben visitas para no molestarles.

El hotel presume de visitantes tan notables como los ocho perros de la Policía Nacional que participaron en el operativo de la Volvo y que se fueron hace unos días. Además, en el registro figuran habitualmente perros de la ONCE y de discapacitados.

La mayoría de inquilinos, sin embargo, están acostumbrados a una forma de vida mucho más relajada y llena de caprichos. "Este año están de moda las camas de Ágatha Ruiz de la Prada y las correas de Carolina Herrera", comenta Freire. Hay perros que lucen un abrigo diferente cada día e incluso mascotas cuya custodia es compartida por parejas divorciadas.

Pero también se producen los casos contrarios: clientes que no regresan nunca por sus animales o desaprensivos que los dejan abandonados a la puerta del complejo.