ALEMANIA 31 - ESPAÑA 31

Alemania

Fritz; Kehrmann (2, 1 p), Jansen (1), Klimovets (5), Von Behren (3), Zeitz (6) y Hens (9) -equipo inicial- Bitter (ps), Roggisch (-), Preis (2), Hegemann (-), Kraus (3), Sprenger (-) y Michel (-)

España

Barrufet; Rocas (6, 2p), Belaustegui (1), Romero (6, 3p), Entrerríos (3),Davis (4) y Uríos (6) -equipo inicial- Hombrados (), Juanína García (2, 1 p), Garabaya (1), Garralda (), Fis (1), Juancho Pérez (1) y Chema Rodríguez ().

Marcador cada cinco minutos: 0-5, 4-8, 8-10, 10-12, 14-12, 16-15 (Descanso) 18-18, 22-21, 25-24, 27-25, 29-27, 31-31 (Final)

Árbitros: La Cour Larsen y Nielsen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Vekliky, Hegemann (2), Jansen, Roggisch por Alemania; y a Chema Rodríguez, Juancho Pérez por España.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo B del Campeonato de Europa de Balonmano Suiza 2006 disputado en el St.Jakobshalle de Basilea ante unos 5.300 espectadores. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky presenció en directo el partido desde el palco de honor.

La selección española de balonmano arrancó su andadura en el Campeonato de Europa con un agónico empate (30-30) con Alemania en un encuentro en el que el equipo nacional mostró su mejor y peor cara posible. Pese a todo, los de Juan Carlos Pastor dispusieron de un último balón para derrotar al conjunto alemán, que el equipo español ni tan siquiera pudo utilizar ya que el pase de Chema Rodríguez a Davis no llegó a su destino.

No obstante, el equipo nacional sumó un valioso punto, que puede tener una importancia clave en las segunda fase. Aunque puede parecer muy poco recordando el arranque de encuentro, también puede ser casi excesivo viendo cómo se comportó después la selección española.

El 0-5 del inicio no impidió que los nervios y las imprecisiones aparecieran en el cuadro español, que tan pronto como alcanzó su ventaja la dilapidó. La causa de este suicidio se originó en ataque. Ni Entrerríos, ni Garralda, ni Romero fueron capaces de superar desde la distancia al meta Fritz, lo que cerró el camino hacia el pivote Uríos, la mejor arma del equipo español.

Reacción germana

La falta de acierto trajo consigo las imprecisiones, la falta de criterio, en definitiva, la gasolina necesaria para que prendiera el contragolpe. Con Jansen, Khermann, Zeitz y Hens a la carrera el combinado germano logró un contundente parcial.

Nada cambió en la segunda mitad, pese a que la selección pareció recuperar en los instantes iniciales la claridad del arranque de partido, aunque como se demostró todo fue un espejismo. Ni la entrada del cañoñero Fis dio luz al ataque español, lastrado por su falta de lanzamiento.

Además, el equipo español comenzó a flaquear en defensa. Los de Pastor permitieron las conexiones con los pivotes Klimovets y Preiis, lo que obligó a la zaga a retrasarse unos pasos para regocijo de Hens. Goles y goles que hacían pensar en una derrota del equipo español, de la que milagrosamente se zafó recurriendo a esa pieza básica que conforman Uríos en el pivote y a los extremos Juanín, Davis y Rocas.

Los siete goles que anotó en los últimos minutos esta auténtica columna vertebral dieron a España la posibilidad de gozar de un último y definitivo balón que, lástima, no se supo aprovechar.