El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) denunció ayer presuntas actividades de espionaje que estaría llevando a cabo en Rusia personal de la Embajada británica en Moscú, y acusó a los agentes británicos de no cumplir con un "acuerdo de caballeros", según indicó ayer el portavoz del FSB, coronel Sergei Ignatchenko, citado por la agencia RIA Novosti.

Según este portavoz, oficiales del FSB se reunieron con un representante de los servicios de inteligencia exterior británicos, el MI6, en Moscú la semana pasada y le informaron de que espiar contra Rusia y financiar a ONG era "inaceptable". Este representante del MI6, según Ignatchenko, era uno de los cuatro diplomáticos implicados en el escándalo sacado a la luz por la televisión rusa, que sugirió que personal de la Embajada británica en Moscú realizaba labores de espionaje.

"Los servicios secretos tienen un acuerdo de caballeros de que el oficial del Servicio Secreto de Inteligencia (SIS o MI6) no se implicará en espionaje", señaló Ignatchenko. "Consideramos que estos acuerdos se rompieron en este caso", añadió. "Estamos decepcionados y en futuro próximo nos reuniremos con representantes del SIS para hablar sobre estos problemas", agregó.

De acuerdo con el portavoz del FSB, cuatro empleados de la Embajada británica en Moscú ha sido pillados "financiando a un cierto número de ONG". "Negaron que estuvieran trabajando contra nosotros", señaló el portavoz, precisando que "sólo después de ello decidimos hacer pública la información del FSB", agregó. Rusia acusa a las ONG que reciben financiación de otros países de haber desempeñado un papel determinante en las "revoluciones" que han barrido varias antiguas repúblicas soviéticas, provocando la preocupación de algunos políticos rusos de que se lleve a cabo una actividad similar en Rusia. Por otra parte, el portavoz del FSB indicó que la suerte de los cuatro diplomáticos británicos acusados de espionaje se determinará a nivel político. "Esta cuestión requiere una solución política", afirmó el portavoz, preguntado sobre si se permitirá a los empleados de la Embajada que se queden en Moscú.

Previamente, el Ministerio de Exteriores británico había negado las acusaciones hechas por la televisión rusa. En respuesta a la información divulgada por la cadena Rossiya, el Foreign Office dijo estar "preocupado" por las acusaciones de que empleados de su Embajada hayan tenido acceso a información clasificada utilizando un equipo de alta tecnología simulando una piedra.

El programa de televisión recogía los testimonios de personas que afirmaban ser miembros del FSB ruso y que aseguraban que los agentes británicos colocaron una transmisión que imitaba a un pieda en una calle de Moscú para grabar datos clasificados que fueron descargados por los responsables de la Embajada británica.