La Comisión Europea (CE) afirmó ayer que la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales en la UE, pero reconoció que hay que tener en cuenta la "gran sensibilidad" de algunas comunidades, especialmente en materia religiosa, para evitar altercados como el suscitado por las caricaturas de Mahoma.

Los dibujos han provocado una crisis diplomática, con retirada de embajadores de países musulmanes en Dinamarca, manifestaciones de protesta en países de mayoría musulmana, llamadas al boicot a productos europeos e incluso amenazas directas a ciudadanos comunitarios.

El Ejecutivo comunitario trató ayer de hallar un difícil equilibrio entre la defensa de la libertad de expresión e información y el respeto a las diferentes identidades religiosas, para reducir la escalada de tensión de los últimos días tras la publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma en un diario danés y posteriormente en otros medios europeos.

Una concentración de milicianos armados en la oficina de la Comisión Europea en Gaza obligó a su cierre durante el día de ayer y a tomar medidas de seguridad adicionales, tras las amenazas de secuestro contra funcionarios de la UE de Noruega, Francia y Dinamarca. La oficina de representación de Noruega cerró también sus puertas.

La comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, en una comparecencia en Bruselas, recalcó la importancia de la libertad de expresión e información en la UE pero apeló a la "sensibilidad" hacia otras comunidades religiosas y confió en encontrar un equilibrio entre ambos.

El vicepresidente de la Comisión y titular de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, dijo poder entender los sentimientos de "indignación, frustración y tristeza" de los musulmanes ante las caricaturas de Mahoma y subrayó que este tipo de sucesos no facilitan el diálogo entre culturas y obstaculizan el proceso de integración con el que la UE está comprometida.

Sin embargo, señaló que la libertad de expresión es un derecho fundamental en la Unión Europea, incluyendo el derecho a la crítica, y valoró la capacidad de sustituir los enfrentamientos armados por el intercambio dialéctico de ideas.

Frattini recordó que "hay asuntos delicados", especialmente en relación con la religión y con los ideales, y calificó de "imprudente" la publicación de las citadas caricaturas.

Consideró, en todo caso, injustificadas e inaceptables las reacciones contra Dinamarca y otros países europeos, de violencia, intimidación, llamadas al boicot y a la limitación de la libertad de prensa, y advirtió de que así no se puede establecer una discusión constructiva entre comunidades. "Ningún tipo de diálogo es posible con aquellos que amenazan los derechos humanos fundamentales y tampoco con los que recurren al terror", concluyó Frattini.

Respecto a la posibilidad de que los gobiernos de países musulmanes alienten represalias contra los productos europeos, la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, advirtió, de que ese tipo de medidas va en contra de las reglas del comercio internacional.

Secuestro de un alemán

La amenaza de los palestinos de secuestrar a ciudadanos de los países donde se publicaron las viñetas alusivas a Mahoma se hizo ayer realidad. Un alemán fue secuestrado en Naplusa por miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa del campo de refugiados de Balata, aunque horas más tarde fue liberado por la policía palestina. Dos de los milicianos, supuestamente responsables del secuestro, fueron detenidos, según informó el gobernador de Naplusa.

El alemán fue capturado por dos palestinos que le sacaron por la fuerza del restaurante del hotel Yasmin, en el centro de la ciudad, donde se encontraba sentado con amigos palestinos.