Salarios de 700 euros por horarios que duplican la jornada legal establecida, vestuarios y vehículos sanitarios sin esterilizar tras cada traslado de enfermos y mascarillas de papel incapaces de proteger el tránsito de gérmenes y bacterias entre el camillero y el paciente, son sólo algunos de los problemas que han motivado la huelga de ambulancias que comenzó ayer en toda Galicia y que fue secundada en Ourense por las 12 empresas del sector.

Los sindicatos coinciden en que fue una jornada "tranquila y sin incidencias ni episodios de quema de ambulancias como las que se desarrollaron en otras provincias", explica Emilio Bahamonde representante de UGT, sindicato mayoritario en el sector.

El secretario comarcal de CIG Carlos Vázquez, puntualiza sin embargo que este sindicato está estudiando posibles denuncias ante inspección de trabajo, contra una empresa de la provincia, por supuestos traslados ayer, de enfermos en vehículos particulares, vulnerando así el acuerdo de huelga.

Pese a que los problemas no son nuevos y se arrastran desde hace varios lustros, los sindicatos han decidido pactar ahora esta convocatoria de huelga que con la escusa de los problemas salariales de los trabajadores, saca a la luz carencias que pueden afectar a la salud pública.

"Pese a tratarse de transporte sanitario no se utilizan procesos de esterilización en la mayoría de las ambulancias, que se limpian con lejía o detergente", explica Emilio Bahamonde. Los uniformes de los trabajadores pese a la normativa de seguridad, que dice que "deben de ser amarillos, rojos, o naranjas para hacerse visibles, son azul marinos con rayas plateadas que están ya desgastadas por el uso".

El peor apartado lo lleva la limpieza del uniforme laboral que lejos de esterilizarse en empresas especializadas realizan en casa los propios trabajadores "algo inaudito pues esto supone un transito de posibles enfermedades contagiosas tanto a la familia del trabajador como a la inversa si las hubiere", dice UGT.

El número insuficiente de trabajadores provoca que en lugares como en Allariz con cuatro empleados, los turnos sean de 24 horas seguidas de trabajo y 24 horas seguidas de descanso. Cuando se trata de una ambulancia del 061 el problema se agudiza, pues no llega con un sólo trabajador para conducir la ambulancia sino que se exigen al menos dos, uno al volante y otro para atender al paciente en el vehículo medicalizado, lo que redunda en los turnos.

Como ejemplo de esta voluntad de ahorro de las empresas explica Bahamonde que "se exige el uso de mascarillas para el transporte de heridos o enfermos, y las únicas que son efectivas son las de carbono que cuestan 1 euro cada una, pero la mayoría de empresas las compra de papel en el todo a cien y resultan inservibles para prevenir posibles contagios en el transporte sanitario".