"Afortunadamente este año no hay ningún bombazo", asegura Guillermo Lozano, gerente de unos almacenes especializados en juguetes. Pero el que no haya ningún juguete que cause furor no excluye la existencia de modas. "Las series de televisión, los estrenos de cine, el triunfo de Fernando Alonso, etcétera..., influyen porque nosotros vendemos moda. En el 93, por ejemplo, estaba la tienda llena de dinosaurios porque fue cuando salió Parque Jurásico", explica Lozano. Pero, junto a las nuevas tendencias, los clásicos siguen siendo demandados. "Los juguetes de toda la vida se mantienen. La evolución de las consolas y de los videojuegos no implica, en absoluto, que se dejen de vender los juguetes tradicionales", explica Juan Pena, responsable de juguetería de otros almacenes. Las novedades de este año en juguetes son "las motos de batería de Pedrosa y Gibernau, todos los objetos que tienen que ver con Fernando Alonso y los artículos de Star Wars", enumera Pena.

Lozano también quiere destacar el cambio de tendencias que se está produciendo: "Ahora las cocinas se compran para chico y para chica. En este sentido se está produciendo una transformación que empezamos a notar", comenta. Pedro Rubio, el encargado de los almacenes de los que Lozano es gerente, resalta "el despunte del juguete electrónico". "La gente cada vez pide más tecnología. Este año, por ejemplo, se han recuperado el tamagochi y el furby pero con una tecnología más avanzada", explica.