Tommy, número 20 de la ATP, demostró que se encuentra un punto por encima de Ferrer (quince en este ránking) porque inició el partido mucho más concentrado y con golpes más profundos desde el fondo de la pista.

Ya en el primer juego, Robredo rompió el servicio a su rival que cometió dos dobles faltas. El tenista gerundense salió muy concentrado y apoyándose en su derecha, muy sólida durante todo el torneo, y liquidó los primeros instantes de partido a su favor con mayor facilidad de la prevista.

La ruptura en el primer juego dio alas a Tommy Robredo, que pese a arriesgar en exceso en algunos golpes por tratarse de una pista rápida, se colocó 3-1 y supo marcar el ritmo durante esta primera manga ante un David Ferrer que evidenció en algunos momentos problemas con el saque.

Con largos peloteos, algo típico de jugadores especialistas en tierra, el partido fue un pulso interesante, aunque Tommy Robredo estuvo siempre más inspirado en el servicio y, sobre todo, en su golpe de derecha, con la que movió muchísimo a Ferrer. Esta superioridad en el juego otorgó a Robredo una segunda ruptura en el séptimo juego para acabar el set 6-4, en poco más de treinta minutos.

En la segunda manga cada uno fue ganando su servicio, no sin dificultades. David Ferrer, que se había rehecho en esta fase, volvió a pasar por un momento de crisis en el undécimo juego ante un Robredo que parecía mucho más asentado en la pista.

El alicantino tiró de coraje pero no consiguió salvar la situación, ya que su oponente soltaba el brazo con mucha confianza e hizo de su derecha un arma demoledora que colocó el partido en un 6-5, lo que ya anunciaba el final del partido.

Y así fue, pues Tommy Robredo mantuvo su servicio para ganar 7-5 en cuarenta minutos, lo que le otorgó un merecido triunfo en este Máster Nacional-Copa del Rey en el que su participación durante las tres jornadas ha sido impecable, lo que revela una buena puesta a punto de cara al Open de Australia.