El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Larijani, calificó ayer de "positiva" la oferta rusa que permitiría a su país enriquecer uranio en territorio ruso para suministrarlo a sus centrales nucleares, aunque afirmó que ahora es necesario acercar posiciones porque aún no se ha llegado a un ningún acuerdo al respecto. Asimismo, advirtió de que si finalmente se decide remitir el programa nuclear de Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Teherán reanudaría sus actividades de enriquecimiento de uranio y que éstas "no se limitarían solamente a la investigación".

"Nuestro punto de vista sobre esta oferta es positivo y estamos intentando acercar las posiciones de las partes", declaró en rueda de prensa Larijani tras entrevistarse en Moscú con el director del Consejo de Seguridad ruso, Igor Ivanov. "Este plan puede ser perfeccionado en el futuro, en conversaciones adicionales que se celebrarán en febrero", añadió a continuación. "Hay muchos detalles relacionados con esta oferta aún por decidir, como la localización de la planta, la forma de participación, la cooperación técnica", prosiguió.

Los responsables rusos indicaron que las próximas negociaciones podrían celebrarse en Rusia el próximo 16 de febrero, dos semanas después de la sesión especial de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que se celebrará los días 2 y 3 de febrero, en la que podría decidirse el traslado de la actividad nuclear iraní al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Algunas opiniones críticas con el régimen islámico alegan que los iraníes están utilizando la propuesta rusa para ganar tiempo mientras aumenta la presión diplomática sobre Teherán en torno a su programa nuclear.