- El PP tiene la llave para la reforma del Estatuto. Sin ustedes, no hay nada que hacer. ¿Cree que habrá al final acuerdo y, por tanto, reforma?

- Vamos a ver. Un día los barones del PSOE no quieren que aparezca la palabra nación en los estatutos. Ese día Touriño dice que nación no debe aparecer en los estatutos. ¿Pero esto qué es? ¿El término del Estatuto lo va a decidir Moncloa? ¿Lo van a decidir los barones del PSOE? ¿Hay algún criterio? Al día siguiente, el señor Francisco Rodríguez le contesta desde el Bloque que la palabra nación es innegociable. Pues mire, nosotros hacemos un enorme esfuerzo por estar en una reforma donde el Gobierno no está de acuerdo. Lo normal es que el Gobierno presente una propuesta, que no hace. Mientras, el PP dice sí a la reforma del Estatuto, con cuidado porque se hace una reforma de algo que funciona bien y hagamos una reforma y no un pleito. Galicia necesita profundizar en su autogobierno, pero hagámoslo bien, hagamos un producto que tiene que durar 25 años de éxitos como el actual. No nos meteremos un lío como en el que se metió Cataluña, los gallegos no nos lo merecemos, los empresarios tampoco... La sociedad no merece entrar en un problema de crispación, no lo merece la gente. Le pediría a este Gobierno, por favor, que nos dé una propuesta, que nos diga lo que quiere hacer para poder dialogar y pactar.

- ¿Cree que a lo largo de la legislatura podría haber un acercamiento entre el PSOE y el PP?

- En algunos temas hay más proximidad de planteamientos, pero en otros no. En la defensa de los intereses de Galicia no estamos más próximos al PSOE. En el debate identitario de la autonomía, sí. Nosotros denunciamos el acuerdo de financiación sanitario y el BNG también; denunciamos los Presupuestos Generales del Estado y una parte del Bloque también. Por tanto, proximidad en algunos y temas y en otros no.